
“Se denomina sobrecarga informativa, infoxicación o infobesidad al fenómeno que provoca contar con demasiada información para tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema. Grandes cantidades de información histórica para analizar, una alta tasa de nueva información siendo añadida, contradicciones en la información disponible, una relación señal/ruido baja dificultando la identificación de información relevante para la decisión, o la ausencia de un método para comparar y procesar diferentes tipos de información pueden contribuir a este efecto.” (Definición tomada de Wikipedia)
Causas:
Recogemos más información de la necesaria para apoyar la competencia y nuestras razones a la hora de tomar decisiones.
Recibimos una gran cantidad de información que no hemos solicitado ni nos es útil.
Buscamos más información de la necesaria para tratar de
comprobar que la que se tiene es la correcta.
Necesitamos demostrar nuestra justificación de decisiones.
Recogemos información por si pudiese ser útil en un futuro, también hacemos lo mismo con imágenes y textos.
Se va a lo seguro y tratamos de obtener toda la información posible sobre un tema.
Recibimos una gran cantidad de información que no hemos solicitado ni nos es útil.
Buscamos más información de la necesaria para tratar de
comprobar que la que se tiene es la correcta.
Necesitamos demostrar nuestra justificación de decisiones.
Recogemos información por si pudiese ser útil en un futuro, también hacemos lo mismo con imágenes y textos.
Se va a lo seguro y tratamos de obtener toda la información posible sobre un tema.
Nos gusta utilizar la información como moneda de cambio para no quedarnos atrás respecto a los que nos rodean.

Consecuencias:

Consecuencias:
El síndrome se acompaña de manifestaciones tales como dolor de estómago, pérdida de visión, problemas de atención y concentración, dificultad para el análisis y la toma de decisiones, búsqueda constante de más información, ansiedad, estrés y trastornos del sueño.
La ansiedad como hemos indicado es una de sus principales consecuencias, algo que se ha denominado técnicamente como “information fatigue síndrome”. Este término ya fue acuñado en 1996 por el psicólogo británico David Lewis.
Posibles soluciones:
Según Alfons Cornellá, “El problema y su solución comparten el mismo origen: la red. Internet nos satura de información pero al mismo tiempo nos proporciona las herramientas para no morir “infoxicados”. El punto crítico está en comunicar más eficientemente.”
Aprender a utilizar los buscadores, realizando búsquedas avanzadas para eliminar el ruido y conseguir unos resultados más pertinentes a nuestras necesidades de información; priorizar aquel contenido crítico que nos ayudará a conseguir nuestros objetivos inmediatos y relegar aquel que nos puede ser útil más tarde; utilizar herramientas que agilicen nuestra consulta de información, al permitirnos seguir de forma centralizada los contenidos de varias páginas web sin tener que entrar en cada una de ellas (Feedly, Flipboard, Google Currents…), utilizar las listas de Twitter y Facebook para agrupar determinados perfiles…. Estas son solo algunas de las cosas que podemos hacer fácilmente con herramientas y aplicaciones disponibles en la red. Nos permiten organizar el tiempo que estamos conectados, mejorando nuestra productividad y haciendo que nuestra experiencia sea más satisfactoria. Y nos alejan de la angustia que provoca la “infoxicación”. Informados sí, pero no saturados.
Fuentes:
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